En el mundo laboral, la exposición a sílice cristalina respirable (SCR) representa uno de los mayores riesgos en sectores como la minería, la construcción y la industria manufacturera. Para minimizar estos peligros y garantizar la precisión en su detección, la norma UNE-EN 81550 establece directrices clave. Sin embargo, los desafíos del muestreo y análisis no deben subestimarse, ya que las interferencias pueden complicar el proceso y comprometer los resultados.
Veamos cómo identificar y superar estos obstáculos para asegurar un muestreo eficaz y adaptado a esta normativa.
Retos comunes en el muestreo: Las interferencias y cómo gestionarlas
1. Ambientes con polvos mixtos
En muchos entornos laborales, la SCR no se encuentra sola. Los polvos de carbonatos (como la calcita), silicatos (talco, mica) u óxidos metálicos, junto con materiales como arcillas, granito o basaltos, suelen coexistir y complicar su detección. Estas sustancias interfieren en los métodos analíticos, generando resultados imprecisos o ambiguos.¿La solución? La clave está en la comunicación previa con el laboratorio, proporcionando detalles sobre los materiales presentes en el entorno. Esto permitirá ajustar los métodos analíticos y reducir los efectos de las interferencias.
- Sobrecarga de filtros
En espacios donde las concentraciones de polvo son elevadas, los filtros de muestreo pueden saturarse rápidamente, dificultando su análisis posterior. Este problema es especialmente relevante en métodos como la Espectroscopía de Infrarrojo (FTIR), donde un filtro sobrecargado puede comprometer la sensibilidad y precisión del análisis.
Interferencias en el Análisis: Elegir el método correcto
Los métodos analíticos más comunes, FTIR (Espectrofotómetro de transformada de Fourier) y DRX (Difracción de Rayos X), tienen diferentes fortalezas y limitaciones frente a las interferencias.Es importante aportar información al laboratorio como la materia prima que se manipula durante la toma de muestra; si se lleva a cabo algún tipo de proceso a temperaturas superiores a 600ºC (ejemplo: hornos de fundición, industrias de refractarios) en el lugar muestreado, etc. de cara a decidir una técnica u otra.
- FTIR: Es ideal para muestras simples, aunque su sensibilidad a interferencias como el talco o la mica puede dificultar la identificación precisa de la SCR. Los picos espectrales de estos compuestos tienden a solaparse, complicando el análisis.
Imagen 2.Interferencia carbonato vs Cuarzo
DRX: Puede identificar polimorfos específicos como cuarzo, cristobalita o tridimita. Sin embargo, este método exige un muestreo bien documentado y puede encontrar dificultades en matrices densas o en la presencia de óxidos metálicos.
Imagen 3.Cuarzo vs Cristobalita
Buenas prácticas para garantizar un muestreo preciso
Para obtener resultados confiables y cumplir con la norma UNE-EN 81550, es fundamental adoptar un enfoque riguroso y planificado. Aquí os indicamos algunos pasos clave:
- Conocer el entorno de trabajo
Antes de iniciar el muestreo, identifica los posibles contaminantes presentes, como carbonatos, silicatos u óxidos metálicos. También es crucial documentar las condiciones del espacio, incluyendo la humedad y la visibilidad del polvo. - Elegir el método analítico adecuado
- Usa FTIR en muestras simples o aquellas que puedan contener carbonatos, caolín o sales solubles.
- Opta por DRX para ambientes complejos con múltiples polimorfos o procesos térmicos que superen los 600 °C. Puede ser adecuado también cuando se conoce la presencia de Opalo-C, arcillas, feldespatos, micas, molibdatos o volframatos (tipo wulfenita, volframita o scheelita) o zircón.
- Preparar y transportar las muestras con cuidado
- Asegúrate de utilizar envases sellados y de mantener las condiciones controladas durante el transporte para evitar cualquier tipo de contaminación.
- Proporciona al laboratorio información detallada sobre el ambiente laboral para que puedan ajustar los métodos analíticos.
- Capacitación constante
Los técnicos encargados del muestreo deben mantenerse al día con los últimos protocolos normativos y actualizarse en las mejores prácticas. La formación regular es esencial para abordar los desafíos que presentan entornos laborales complejos.
El muestreo de sílice cristalina respirable no es solo una tarea técnica; es un proceso estratégico que requiere planificación, conocimiento del entorno y comunicación con el laboratorio. Al adoptar las buenas prácticas descritas y seguir los lineamientos de la norma UNE-EN 81550, las empresas no solo garantizan resultados confiables, sino que también refuerzan su compromiso con la seguridad laboral.
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