En el ámbito de la higiene industrial, la fiabilidad de los resultados analíticos es clave para una adecuada evaluación de la exposición a agentes químicos. El muestreador IOM es una herramienta ampliamente utilizada para la recogida de fracción inhalable, por lo que su correcta manipulación y gestión es fundamental para garantizar la validez de las mediciones gravimétricas.
A continuación, recordamos algunas buenas prácticas esenciales para su uso, con el fin de evitar errores comunes que pueden comprometer la calidad de los resultados.
Uso de guantes adecuados
Durante la manipulación del muestreador IOM, es imprescindible utilizar guantes limpios y adecuados al tipo de sustancia presente. El contacto directo con las manos puede contaminar el filtro y alterar los resultados del análisis, especialmente en mediciones con límites de detección bajos. Esta medida, sencilla pero crítica, contribuye significativamente a la integridad de la muestra desde su recolección hasta su análisis en laboratorio.
Identificación mediante código de barras
Cada cassette IOM incorpora un código de barras único, suficiente para su correcta identificación por parte del técnico y del personal de laboratorio. Este sistema evita la necesidad de añadir etiquetas adicionales, minimizando riesgos de errores de trazabilidad y asegurando una gestión estandarizada de las muestras. Es importante verificar que el código esté visible y sin daños antes de su envío.
La correcta manipulación del muestreador IOM es clave para garantizar mediciones fiables y evitar errores que comprometan la calidad de los resultados.
Evitar el etiquetado adicional
Colocar adhesivos, etiquetas o marcas en el cuerpo metálico del IOM puede alterar su peso, afectando directamente la precisión de la medición gravimétrica. Dado que el análisis se basa en diferencias de masa muy pequeñas, cualquier adición externa representa una posible fuente de error. Por ello, debe evitarse cualquier tipo de marcaje físico no previsto en el diseño del equipo.
Almacenamiento y transporte de las muestras
Una vez finalizado el muestreo, el cassette debe colocarse nuevamente en su pinza roja original. Además, es fundamental que el contenedor de transporte esté correctamente cerrado y etiquetado siguiendo los procedimientos establecidos. Un buen almacenamiento durante el traslado previene la pérdida de muestra, daños en el filtro o contaminación cruzada.
En definitiva, aplicar estas buenas prácticas no solo mejora la calidad de los resultados, sino que refuerza la fiabilidad del proceso completo de evaluación higiénica, donde la correcta gestión de muestras es un pilar fundamental.
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