Cuando tu acosador está en la oficina

Feb 28, 2023 | Formación, Prevención

El acoso sexual en el entorno laboral es reconocido como un elemento que afecta muy negativamente a las condiciones de trabajo y que implica un problema cada vez más serio por sus repercusiones tanto para la víctima como para las empresas.

El acoso sexual en el entorno laboral es reconocido como un elemento que afecta muy negativamente a las condiciones de trabajo y que implica un problema cada vez más serio por sus repercusiones tanto para la víctima como para las empresas. Se define como cualquier comportamiento verbal, psicológico o físico no deseado, dirigido contra una persona por razón de su sexo y con el propósito de atentar contra su dignidad o de crear un entorno intimidatorio, hostil, humillante u ofensivo. Como fenómeno social no es nuevo ni tampoco lo es su impacto en el terreno laboral, donde las personas se encuentran a menudo en un contexto de especial vulnerabilidad, sobre todo cuando el acoso se produce entre superiores y subordinados.

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales ya obligaba a las empresas a evaluar los potenciales riesgos, incluyendo los denominados riesgos psicosociales en los que se enmarca el acoso y la violencia sexual, que podrían afectar a sus trabajadores y a contar con un plan de prevención para evitarlos.

Sin embargo, estas obligaciones no estaban recogidas de forma explícita y por tanto no se han concretado hasta la aprobación de otras normativas complementarias en materia de igualdad entre hombres y mujeres. La recientemente aprobada Ley Orgánica 10/2022 de garantía de la libertad sexual detalla de manera clara cuáles son las obligaciones de la empresa en este sentido.

La lucha contra el acoso laboral y sexual se ha convertido en una de las exigencias más demandadas por parte de los trabajadores y trabajadoras y en uno de los objetivos prioritarios para aquellas empresas que quieren avanzar hacia condiciones de trabajo respetuosas con la dignidad personas de quienes las integran.

Con el objetivo de garantizar la protección de los derechos fundamentales y con el compromiso de respetar la normativa nacional y comunitaria al respecto, se reconoce la necesidad de prevenir conductas de acoso en los lugares de trabajo, imposibilitando su aparición y erradicando todo comportamiento que pueda considerarse como tal.

 

Un tipo de violencia que se ceba con las mujeres

El acoso sexual en el lugar de trabajo es un tipo de violencia que afecta mayoritariamente a las mujeres, a menudo difícil de detectar y que en muchos casos incluso es asumido por la sociedad como normal.

Acoso sexualEl acoso sexual en el lugar de trabajo es un tipo de violencia a menudo difícil de detectar y que en muchos casos incluso es asumido por la sociedad como normal, que afecta mayoritariamente a las mujeres.

La Macroencuesta de Violencia de Género de 2019 realizada por el Ministerio de Igualdad a una muestra de 9.568 mujeres de 16 o más años, revelaba que el 40,4% de la población femenina había sufrido acoso sexual en algún momento de su vida. Más de ocho millones de mujeres, de las que el 17,3% identificó como agresor a alguien vinculado a su lugar de trabajo (un 6,5% a su jefe). Resumiendo, una de cada cinco mujeres acosadas lo ha sido en su centro de trabajo. 

El acoso sexual no es una conducta patológica ni se limita a un comportamiento concreto que pueda ser acotado, evaluado y catalogado fácilmente. Se trata más bien de una trama de relaciones donde existe un desequilibrio de poder entre el acosador/a y la víctima y que puede manifestarse de diversas formas: tocamientos, acercamientos innecesarios, comentarios y preguntas sobre el aspecto, el estilo de vida, la orientación sexual, silbidos, gestos de connotación sexual, bromas, entre otros muchos.

Actuar con contundencia y, sobre todo, de manera preventiva frente al acoso sexual es fundamental para garantizar un ambiente de trabajo digno, seguro y respetuoso. Para ello, las empresas deben contar con protocolos actualizados que permitan frenar los comportamientos abusivos en las fases iniciales y garanticen que las víctimas dispongan de medios seguros y a su alcance para denunciar el acoso sin miedo a sufrir represalias.

La formación de los trabajadores es igualmente necesaria para que puedan identificar fácilmente qué conductas pueden considerarse acoso sexual y sepan a su vez cómo deben actuar en caso de verse envueltos, ellos o personas de su entorno, en una situación de estas características.

Con este objetivo, APA ha incluido en su oferta formativa un curso monográfico sobre acoso sexual, que aborda cuestiones tan relevantes como el itinerario del acoso, las características del acosador, los sujetos pasivos del acoso o las medidas preventivas que deben adoptarse en el seno de las organizaciones para evitarlo.

Si estás interesado en recibir más información sobre este curso, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí

 

La formación de los trabajadores es necesaria para que puedan identificar fácilmente qué conductas pueden considerarse acoso sexual y sepan a su vez cómo deben actuar en caso de verse envueltos, ellos o personas de su entorno, en situaciones de estas características.

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