La silicosis, considerada durante años una enfermedad ligada al pasado industrial, está registrando en los últimos tiempos un repunte significativo en España que ha despertado la preocupación de expertos en salud laboral y autoridades sanitarias. Esta enfermedad profesional incurable, causada por la inhalación de polvo con sílice cristalina respirable, afecta cada vez más a trabajadores fuera del ámbito minero, especialmente en sectores como la construcción, la marmolería, la metalurgia o la fabricación de encimeras de cuarzo.
Solo en el último año se notificaron 520 nuevos casos y ya se superan los 6.000 diagnósticos acumulados. En algunas localidades, como una en Córdoba con apenas 3.900 habitantes, se han contabilizado más de 100 afectados, reflejo de una realidad que pone en evidencia la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención.
¿Qué es la sílice cristalina y por qué es tan peligrosa?
La sílice cristalina es un agente químico presente en materiales como arena, granito, cuarzo o cemento. Cuando se manipulan estos materiales sin los controles adecuados, se liberan partículas microscópicas que pueden ser inhaladas y llegar a los pulmones, provocando a largo plazo daños irreversibles. El riesgo se agrava en ambientes con deficiente ventilación, maquinaria sin sistemas de aspiración o ausencia de equipos de protección respiratoria.
Para garantizar una correcta evaluación del riesgo, es fundamental realizar un muestreo de sílice cristalina respirable de forma adecuada, siguiendo criterios técnicos actualizados.
Es en este punto donde la higiene industrial cobra especial relevancia. Más allá de ser una exigencia legal, se trata de una disciplina estratégica que permite anticiparse a los riesgos, proteger la salud de los trabajadores y garantizar entornos laborales seguros, saludables y sostenibles.
Su función es identificar, evaluar y controlar la exposición a contaminantes químicos como la sílice cristalina, mediante mediciones periódicas y la aplicación de medidas correctoras. De hecho, el Real Decreto 374/2001 obliga a las empresas a controlar las concentraciones de agentes químicos en el aire y a compararlas con los valores límite ambientales (VLA) establecidos.
Una cultura preventiva, clave para proteger la salud laboral
El aumento de los casos de silicosis es una llamada de atención. Para frenarlo, no basta con cumplir la normativa: es imprescindible avanzar hacia una cultura preventiva real. Esto implica:
- Sustituir materiales de alto riesgo por alternativas más seguras.
- Instalar sistemas de ventilación y extracción localizada.
- Realizar mediciones periódicas de calidad del aire.
- Ofrecer formación y sensibilización continua al personal.
- Contar con el asesoramiento de profesionales en higiene industrial.
La salud en el trabajo comienza por un entorno seguro. Y la sílice cristalina no debe subestimarse. Apostar por la higiene industrial es apostar por la salud, el bienestar y la productividad de las personas.
En APA, contamos con más de 40 años de experiencia en el análisis de contaminantes químicos en el entorno laboral. Nuestro laboratorio ofrece resultados rápidos y fiables en menos de 96 horas, lo que permite tomar decisiones ágiles y eficaces para proteger la salud de los trabajadores.
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